¿Has visto el club de la lucha? Esta sin dudas es una película de culto que a pesar de no haber sido un gran éxito de taquilla, es considerada un clásico del cine, sobre todo por su impacto en los millenials y quienes han adoptado este filme como propio.
Por si no viste El Club de la Lucha
Esto se debe a que tiene varias reflexiones sobre la vida posmoderna que impactó en el público que recorría su juventud allá por fines de los años 90 cuando se estrenó la película, sumado a que sus protagonistas son los en aquella época jóvenes y actualmente experimentados y emblemáticos actores de Hollywood Brad Pitt y Edward Norton.
En el siguiente artículo te contaremos todo lo que debes saber sobre El Club de la Lucha y te dejaremos las 5 frases más importantes de este apasionante filme. Si aún no has visto la película El Club de la Lucha, dirigida por David Fincher, te recomendamos que lo hagas.
Allí encontrarás un sinfín de reflexiones acerca de la vida urbana moderna y la forma de desarrollarnos como sociedad.
También escucharás una banda sonora con música emblemática de las décadas del 80 y 90, con un final épico en el cual suena el tema “Where is My Mind” (Dónde está mi alma) del grupo estadounidense Pixies, como corolario de una experiencia diferente.
Esta historia comienza con Edward Norton como el protagonista del que nunca se conoce el nombre. Un hombre con actividades normales en su vida, trabajador en una empresa de coches, que intenta evadirse de la vida solitaria que lleva mediante la compra de objetos caros y ropa de marca.
Su problema particular es el insomnio y el consecuente deterioro mental que le causa lo hace consultar a un médico para que le recete algún tipo de somníferos.
Pero este en cambio quiere concientizar al personaje de que existe gente que sufre inconvenientes peores a los que a él le quitan el sueño y para eso lo desafía a asistir a un grupo de gente con cáncer testicular.
Allí el personaje que interpreta Norton consigue empatizar con el dolor de estos enfermos y eso le da un alivio que le permite dormir, por lo que decide comenzar a participar en otros grupos, haciéndose pasar por enfermo.
Lo mismo hace una mujer llamada Marla Singer, con la que termina confrontando hasta que ambos en privado confiesan que son impostores en esos grupos y deciden coordinarse.
Durante un viaje de negocios, el personaje conoce a Tyler Durden, un hombre que le resulta muy atractivo por su inteligencia y una filosofía particular de vida.
Al llegar a su hogar descubre que una explosión lo hizo perder todo lo que tenía y, sin tener ninguna persona cercana a la que acudir, decide contactarse con este extraño hombre que recién había conocido.
Cuando se encuentran, Tyler Durden le pide al personaje que lo golpee y terminan peleando, llegando a una euforia superior que derivó en un alivio. Algo gratificante encontraban en pelear.
Durden invita a vivir a su casa al personaje y lo hace conocer a otra gente que también está dispuesta a luchar.
En ese contexto nace el club de la lucha, que, liderado por Tyler, se hace cada vez más grande, con sedes en diferentes estados e incluso da lugar a un grupo de fanáticos que, bajo las órdenes del líder cometen actos de violencia y vandalismo al que se denomina proyecto caos.
La conclusión de la película es que Tyler Durden y el narrador son la misma persona, como si Durden tomara el cuerpo del personaje mientras en teoría duerme y lleva a cabo todas esas locuras. Cuando decide auto denunciarse a la policía ya era tarde.
Sus cómplices llevaron a cabo su objetivo mayor, que era hacer explotar todas las empresas de crédito, para que la gente no tenga más deudas. Tyler desaparece y el protagonista huye con Marla.
Las 5 frases más emblemáticas del Club de la Lucha
La película El Club de la Lucha se convirtió en material de culto por los planteos existenciales que se reflejan en la interacción entre Edward Norton y su “alter ego” Brad Pitt.
Sus charlas remiten a dudas existenciales de la vida posmoderna en las que entran en juego cuestiones psicoanalíticas, el yo, superyó y ello y la esquizofrenia y una crítica constante a la sociedad de consumo y la monótona vida urbana de oficina que suele derivar en depresión.
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“Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seríamos millonarios, dioses de cine o estrellas de Rock. Pero no lo seremos, y poco a poco lo entenderemos, lo que hace que estemos muy cabreados”
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“Entonces ¿Qué somos? Solo somos consumidores. Exacto, el producto secundario de una obsesión con el nivel de vida. Los asesinatos, el crimen, la pobreza, me tienen sin cuidado. Lo que me molesta son las revistas de celebridades, TV con 500 canales, calzones con el nombre de un tipo”.
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“No somos nuestro trabajo. No somos nuestra corriente. No somos el coche que tenemos. No somos el contenido de nuestra cartera. No somos nuestros pantalones. Somos la mierda cantante y danzante del mundo”.
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“Solo cuando perdemos todo somos libres de hacer lo que queramos”
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“Tenemos empleos que odiamos para comprar cosas que no necesitamos”
Y tú, ¿con qué parte de la película te quedas o con qué frase? Háznoslo llegar.