Cuando conocemos los síntomas de una enfermedad nos resulta mucho más fácil detectarla a tiempo y con ello actuar rápidamente para evitar su evolución. Por esto hoy hablaremos de los síntomas del linfoma, con el fin de que puedas detectarlo a tiempo y de esta forma puedas acudir a tiempo a un especialista y tengas así un tratamiento oportuno.
Linfoma ¿Qué es?
Antes de entrar a hablar concretamente de los síntomas del linfoma es necesario que dejemos claro lo que es un linfoma y las clases que se pueden presentar.
Definido de forma sencilla el linfoma es un tipo de cáncer que se origina en el sistema linfático. Lo que ocurre en este caso es que los linfocitos, un tipo de glóbulo blanco, proliferan de forma maligna.
Generalmente, el linfoma surge en los ganglios aunque claramente también aparece en otros órganos que conforman este sistema. Por ejemplo en la médula ósea o en el bazo. En todo caso, es necesario dejar claro que el linfoma puede manifestarse fuera del sistema y es que estos globulos recorren todo el organismo.
En cuanto a las clases de linfomas has de saber que hay dos tipos:
- El primero es el Hodking, que se genera por el linfocito Reed-Sternberg. Este al proliferar forma un tumor.
- El segundo tipo es el no Hodking, en el cual entran los demás linfomas que en superan los 30.
Los Síntomas del Linfoma
Ahora que sabes un poco más sobre los linfomas es el momento de hablar específicamente de sus síntomas. Los síntomas del linfoma más conocidos son:
- Inflamación de los ganglios linfáticos. Cuando estos aumentan de tamaño y no se presenta dolor. Los ganglios del cuello así como de la ingle o las axilas se palpan con mucha facilidad así que reconocer un agrandamiento en ellos es mucho más sencillo.
En este síntoma típico es necesario aclarar que no siempre la inflamación del ganglio se relaciona con un linfoma, como por ejemplo una infección cercana al ganglio.
Continuando con los síntomas del linfoma debemos mencionar:
- La presencia de fiebre.
- La pérdida de peso sin razón aparente.
- Y la picazón en todo el cuerpo.
Causas
Llegados a este punto es conveniente conocer las causas que generan esta enfermedad.
Se habla de que las personas que tienen un funcionamiento poco óptimo de su sistema inmune son más propensas a padecer de linfoma. Igualmente las personas que toman medicamentos inmunosupresores o el padecer de infecciones por VIH o por Epstein-Barr.
Así mismo se habla de que ciertas toxina que se encuentran en el ambiente pueden generar este problema, ya que debilitan su sistema inmune.
Considerando lo anterior, queda claro que el debilitamiento del sistema inmunológico es un factor clave en el surgimiento de este tipo de cáncer. Por eso, para prevenirlo o tratarlo es esencial reforzar nuestro sistema. Por medio de una adecuada alimentación esto es posible.
Se recomienda entonces tener una dieta atóxica, la cual elimina el consumo de lácteos y carnes rojas y en cambio se basa en el consumo de cereales integrales libres de gluten y vegetales. También se recomienda el consumo de frutas que aporten nutrientes como el zinc, el selenio y las vitaminas A, C y E. Estos nutrientes se pueden encontrar fácilmente en la remolacha, las coles, el ajo, el aguacate, la uva, la calabaza, el tomate, entre otros.